Exposición

Lo Social en el Coleccionismo Privado. Presentando la colección Orjuela

  • Fecha: del 30 de agosto al 29 de septiembre del 2024
  • Lugar: Lugar: Museo de Arte del Tolima
  • Curaduría y museografía : Curaduría y Museografía: Luis Fernando Bautista / Cristhian Moreno

  • LO SOCIAL EN EL COLECCIONISMO PRIVADO

    Presentando la colección Orjuela

     

    Una colección es un conjunto de objetos extraídos de la vida cotidiana y dotados de un valor especial, no por sus características intrínsecas, sino por los criterios de quienes los reúnen. Aunque las prácticas de coleccionismo son diversas, todas las colecciones reflejan imaginarios que trascienden la simple materialidad de los objetos. Como señala Susan Pearce, el valor de las colecciones es más una creación de la imaginación que de la necesidad. Así, la formación de colecciones responde a criterios científicos, estéticos, históricos o lúdicos, otorgando a los objetos nuevos significados y funciones, y haciendo que la colección en su conjunto represente más que la suma de sus partes.

     

    Esta práctica que va más allá de la reunión de objetos, en el caso de Colombia tiene sus raíces al final de la época colonial, cuando las élites locales comenzaron a adquirir obras religiosas y retratos para decorar sus hogares y templos. Muchas de estas piezas fueron incorporadas a fondos institucionales, como es el caso de la colección de Constancio Franco, iniciada en 1878. Esta compilación, que incluye cerca de 150 retratos al óleo de estadistas, militares, políticos, científicos, literatos y otros personajes involucrados en el proceso de Independencia, fue adquirida por el Estado en 1882 y posteriormente entregada al Museo Nacional. También se encontraba la colección de Carlos Pardo que fue adquirida en 1940 para crear con ella el Museo de Arte Colonial. Sin embargo, es en el siglo XX cuando el coleccionismo de arte en Colombia se institucionaliza y se diversifica, abarcando no solo arte sacro, sino también obras modernas y contemporáneas. A partir de la década de 1950, con la aparición de artistas como Fernando Botero, Alejandro Obregón y Edgar Negret, el interés por el arte colombiano se intensificó, impulsando a coleccionistas privados a adquirir piezas que hoy son consideradas emblemáticas. Durante este periodo también emergieron coleccionistas destacados como Eduardo Santos, Mario Laserna o Gloria Zea, quien no solo reunió una importante colección de arte, sino que también desempeñó un papel crucial en la creación y fortalecimiento de instituciones culturales como el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO).


    Siguiendo esta tradición, el Museo de Arte del Tolima, desde su apertura el 19 de diciembre de 2003, se ha consolidado como el guardián de una colección artística en constante crecimiento. Gracias a la colaboración entre sectores públicos y privados, el museo resguarda más de 700 piezas provenientes de diversas colecciones, incluyendo la Colección Departamental de Arte, la Colección Ortiz-Salazar, la Colección MAT y la más reciente, la Colección Orjuela. Estas colecciones trazan la historia del arte en Colombia desde épocas precolombinas hasta la actualidad, destacando hitos clave como las primeras décadas de la Escuela de Bellas Artes y la consolidación de la modernidad a mediados del siglo pasado. En años recientes, el museo también ha incorporado numerosas obras de arte internacional, ampliando aún más su alcance cultural.


    La Colección de Álvaro Orjuela, presentada hoy parcialmente al público, es una muestra representativa del arte colombiano a lo largo de diferentes épocas. Compuesta por 59 piezas, que incluyen gráfica, dibujo, pintura, escultura y fotografías, esta colección ofrece una ventana única a la evolución de la expresión artística en el país. La Colección Orjuela, reunida inicialmente en el Espinal, nos muestra el creciente interés del coleccionismo local. Sin embargo su verdadera importancia radica en la expansión de las narrativas posibles dentro del Museo que la alberga y en la manera en que ilumina el papel crucial del coleccionismo privado en las dinámicas del campo artístico colombiano, puesto que esta práctica no solo resguarda obras valiosas, sino que actúa como mediador cultural al compartir su colección con la sociedad. Este acto enriquece el patrimonio cultural y fomenta la democratización del arte, permitiendo que un público más amplio acceda a piezas que narran la historia visual de Colombia.


    Finalmente, la Colección Orjuela demuestra que invertir en arte es un compromiso con la cultura y la historia, un esfuerzo por preservar y compartir el legado artístico de una nación. Al hacerse pública, la colección no solo enriquece el patrimonio cultural colombiano, sino que también contribuye a construir una identidad colectiva a través del arte.

     

    Luis Fernando Bautista


     


    Artistas participantes en la exposición

    David Manzur (Neira, Caldas, Colombia (1929), Darío Morales (Cartagena, Colombia (1944) - París, Francia (1988), Luis Caballero (Bogotá, Colombia (1943 - 1995), Álvaro Barrios (Barranquilla, Colombia (1945), Enrique Grau (Panamá (1920) - Bogotá, Colombia (2004), Germán Tessarolo (Venecia, Italia (1945), Edgar Negret (Popayán, Cauca, Colombia (1920) - Bogotá, Colombia (2012), Juan Antonio Roda (Valencia España 1921- Bogotá 2003), Rafael Echeverri (Santa Rosa de Cabal, Risaralda, Colombia (1952) - Bogotá, Colombia(1996), Rodrigo Arenas Betancourt (Fredonia, Antioquia, Colombia (1919) - Medellín, Antioquia, Colombia (1995), Leonel Góngora (Cartago, Valle del Cauca, Colombia (1932) - Boston, Massachusetts, Estados Unidos (1999), Óscar Muñoz (Popayán, Colombia (1951), Daniel Arsham (Ohio, Estados Unidos (1980), Santiago Cárdenas (Bogotá, Colombia (1937), Doris Salcedo (Bogotá, Colombia (1958), Nicolás Uribe ( Wisconsin, Estados Unidos (1977).