¡Bienvenidos a Nuestro Museo!
Con el advenimiento de las vanguardias europeas de comienzos del siglo XX surgieron importantes corrientes plásticas que rechazando la histórica representación figurativa e indagando en otros postulados estéticos y filosóficos fomentaron diferentes corrientes que genéricamente son agrupadas en lo que comúnmente denominamos Arte Geométrico pero que tienen postulados propios que las distinguen a veces radicalmente unas de otras como son el caso del Op Art, el Arte Cinético, el Arte Concreto, el Minimalismo y lo que se ha llegado a llamar Poéticas visuales entre otras. Movimientos presentes en el desarrollo de la plástica colombiana y latinoamericana desde la mitad del siglo XX.
El Museo de Arte del Tolima ha realizado exposiciones que han permitido revisar la producción de artistas que han trabajado varias de estas corrientes en Colombia, como lo fueron “El año de los concretos 1990-2020” (2020), “Abstracción lírica y geométrica” (2013) o “Abstracción geométrica” (2007) por citar algunas, así como muestras monográficas y retrospectivas de varios de sus protagonistas, entre los que vale la pena recordar la de Rafael Echeverri: Abstracción esencial (2015) las de Eduardo Ramírez Villamizar, uno de los artistas más exhibidos en la historia del museo, y la de Iconografía de las sombras de Omar Rayo en el 2009 una de sus últimas exposiciones en vida.
En esta oportunidad, con una curaduría de Francisco Arévalo, “Poéticas visuales, Arte Concreto y minimalismo latinoamericano” nos permite ampliar el recorrido a importantes artistas históricos de Argentina, Brasil, Cuba y Venezuela, como Julio Le Parc, Mira Schendel, Waltercio Caldas, Belkis Ayón, Eugenio Espinosa entre otros, entender los vasos comunicantes de sus visiones y sus inquietudes sobre la estética y la comunicación visual.
Los orígenes del Arte Concreto se remontan al suprematismo de Kasimir Malevich y al Constructivismo de las vanguardias rusas comprometidas ideológicamente durante la primera década de la revolución bolchevique en los años 20, pero se define a partir del Manifiesto de Arte Concreto que publicara Teo van Doesburg en París en 1930 influenciado por los teóricos de la Bauhaus, la famosa escuela de diseño de Weimar. Doesburg propone que la obra debe liberarse de cualquier asociación simbólica con la realidad, argumentando que las líneas y los colores son concretos por sí mismos e insiste en que debe predominar la forma sobre el color. Durante la década siguiente el Arte Concreto se desarrolla en la obra de varios artistas entre los que se cuenta el suizo Max Bill, que había estudiado en la Bauhaus, y que organizaría la primera exposición internacional de Arte Concreto en 1944
Dos años más tarde en Argentina Tomás Maldonado, junto a Alfredo Hlito, presente en esta exposición, conforman el grupo Arte Concreto-Invención y en su manifiesto se declaran en guerra a muerte contra la representación figurativa. El manifiesto se reproduce en 1947 en la revista brasilera Joaquím. Hlito participa también de las exposiciones y el movimiento Madí, un paso más radical que incluso rompió con las limitaciones de las formas rectangulares de los soportes en que pintaban.
Los vasos comunicantes entre Europa y América de los concretos se fortalecen con la exposición individual de Max Bill en el recién fundado museo de Arte Moderno de Sao Paulo en 1950 y su primer premio en la primera Bienal de Sao Paulo al tiempo que esta abriendo la Escuela de Ulm, que se considera la continuación de la Bauhaus y a la que irían a estudiar un nutrido grupo de artistas argentinos y brasileros, entre ellos Tomás Maldonado quien terminaría siendo su director. En el ambiente Concreto brasilero Augusto de Campos, Décio Pignatari y Haroldo de Campos publican su manifiesto para Poesía Concreta en 1958 que incluía el espacio gráfico como agente de la estructura del poema inspirados en las ideas utópicas del uso del diseño de la Bauhaus y la Escuela de Ulm. Es en ese fértil contexto que surgen las obras de Mira Schendel, y posteriormente las de Waltercio Caldas. Schendel suiza de nacimiento, quien llega a Brasil como refugiada judía luego de haber sido despojada de su ciudadanía italiana. Allí comienza a desarrollar sus poemas visuales realizados con fragmentos de textos en diferentes lenguas sobre papeles de arroz.
Waltercio Caldas quien experimentó también con la estética del lenguaje y la tipografía industrial hizo parte del neo-concretismo en Sao Paulo que se desarrolló a la par que el movimiento minimalista norteamericano.
Pedro de Oraá en los años cincuenta en Cuba y el colombiano Jorge Riveros en los sesenta en Alemania experimentaron con el Arte Concreto e hicieron parte de grupos que promovían la abstracción geométrica a la que volvieron décadas más tarde.
En los años cincuenta, mientras el expresionismo abstracto gozaba de especial promoción por temas ideológicos de la guerra fría, varios artistas radicados en París que insistían en la abstracción geométrica, fueron conscientes de la alteración de la percepción visual que producían ciertos patrones de formas en su interacción con el observador, dando origen al Op Art y al Arte Cinético, movimientos que contaron desde sus inicios con varios protagonistas latinoamericanos como los venezolanos Carlos Cruz-Diez y Jesús Rafael Soto. A los que posteriormente se sumarían los argentinos Julio Le Parc, Eduardo MacEntyre y más tardíamente el cubano Ernesto Briel entre otros.
El último aire a la abstracción geométrica en el siglo XX lo daría el minimalismo, tendencia bautizada hacia 1965 con un carácter principalmente norteamericano pero con indiscutible relación con la producción latinoamericana que se realizaba desde los años cuarenta. Tras un notorio declive de estas opciones estéticas en las últimas décadas del siglo XX han recobrado un renovado interés en el siglo XXI, tras el fallecimiento de Jesús Rafael Soto y varios de sus principales cultores.
En lo que podríamos llamar la parte final de la muestra, Francisco Arévalo propone un diálogo entre los artistas históricos del Arte Concreto y el Op Art con varias figuras consideradas parte del arte conceptual latinoamericano que en este contexto, revelan una profunda relación visual y teórica, con la producción de los años 50 al 80. Así podemos relacionar la obra de la colombiana Johanna Calle, tan llena de sentido y mensaje social con los poemas visuales y la poesía concreta brasilera, al igual que la pieza de la reconocida fotógrafa y artista plástica venezolana Beatriz Grau, radicada hace años en Colombia, o de Andrés Michelena que vive y trabaja en Miami donde ha mostrado varias de sus instalaciones; los trabajos recientes del cubano Ernesto Leal con las intenciones del Op Art; el conceptualista venezolano Eugenio Espinoza con los trabajos más radicales del Arte concreto o la deconstrucción de la superficie y el espacio de la obra del uruguayo Guillermo García Cruz con el movimiento Madí del Río de la Plata. Un hilo de Ariadna entre el minotauro y la salida del laberinto, mostrando que es una ruta que todavía tiene caminos abiertos para la investigación plástica.
Darío Ortiz
Artistas participantes en la exposición:
Mira Schendel (7 de junio de 1919 Zúrich, Suiza - 24 de julio de 1988, São Paulo, Brasil), Waltércio Caldas (6 de noviembre de 1946 - Río de Janeiro, Brasil), Jorge Riveros (10 de noviembre de 1934 - Ocaña, Colombia), Ernesto Leal (1971 - La Habana, Cuba), Johanna Calle (1965 Bogotá, Colombia), Guillermo García Cruz (1988 Montevideo, Uruguay), Pedro de Oraá (23 de octubre de 1931 - La Habana, Cuba - 25 de agosto de 2020), Alfredo Hlito (4 de mayo de 1923 - Buenos Aires, Argentina - 28 de marzo de 1993), Beatriz Grau (1967 Caracas, Venezuela), Andrés Michelena (1963 Caracas, Venezuela), Milton Becerra (10 de agosto de 1951 - Táchira, Venezuela), Eugenio Espinoza (1950 San Juan de Los Morros, Venezuela), Jesús Rafael Soto (5 junio de 1923 Estado Bolívar, Venezuela - 14 de enero del 2005 París, Francia), Julio Le Parc (23 de septiembre de 1928 - Mendoza, Argentina), Eduardo Mac Entyre (20 de febrero de 1929 - 5 de mayo de 2014 Buenos Aires, Argentina), Belkis Ayón (23 de enero de 1967 La Habana, Cuba- 11 de septiembre de 1999), Ernesto Briel (1943 Guanabacoa, Cuba - 1992 Nueva York, New York, Estados Unidos), Raúl Álvarez (Cartago, Valle del Cauca 1935).