¡Bienvenidos a Nuestro Museo!

Leo Matiz (Aracataca 1917- Bogotá 1998) fue un fotógrafo aventurero y trotamundos que recorrió varias veces América Latina, siendo reportero gráfico de las grandes revistas de su época como Selecciones del Reader’s Digest, la Revista Life y Norte, dejando con una sensibilidad artística muy particular, valiosos testimonios de la cultura y la sociedad del momento. Su trabajo, que comprende un legado de miles de imágenes, muestra intereses muy variados, destacándose aquellas de contenido social con las cuales Matiz demostró tener siempre mucha afinidad y que hoy vemos como documentos excepcionales dejados para la historia. Fotos que permiten lecturas tanto artísticas, por la gran calidad lograda, la intensidad temática, la forma de componer y el manejo magistral del claroscuro en blanco y negro; así como lecturas sociológicas, políticas e inclusive antropológicas tras la singular mirada del fotógrafo. El contenido social testimonial Matiz lo buscó desde el momento en que, siendo un joven caricaturista político, el director de un diario le regaló una cámara réflex con la cual inició el largo viaje que lo convirtió en el fotógrafo más destacado del siglo XX en Colombia y uno de los de mayor reconocimiento a nivel mundial.
Su obra, desde su fallecimiento en 1998, ha sido expuesta en cientos de museos de Europa y América, en muestras temáticas e importantes curadurías construidas a partir de las tendencias mostradas en el extenso archivo que dejó a la Fundación Leo Matiz y a su hija Alejandra, quien ha dedicado su vida a la divulgación del trabajo de su padre.
Desde su apertura, el Museo de Arte del Tolima ha tenido un importante vínculo con la obra de Matiz, de la que ha realizado varias exposiciones, presentando en esta oportunidad una de sus líneas más fascinantes dedicada a la música en América Latina, como la sintió y registró el fotógrafo viajero en México, Perú, Venezuela, Guatemala, Chile y Colombia. Los instrumentos, la gente y sus ritmos suenan en estas imágenes silenciosas desprovistas de color, que muestran la supervivencia de culturas precolombinas y sus artilugios musicales, junto al sincretismo logrado con instrumentos que vinieron con los colonizadores europeos o de África junto a la mano de obra esclava que enriqueció y terminó de modelar nuestro ADN musical y humano.
El excepcional registro de Matiz nos muestra desde la Marimba de Tecomates Guatemalteca, el pututu de los andes peruanos o el Kultrúm que tocan las chamanas mapuche en sus ceremonias rituales, instrumentos que están casi extintos en la Latinoamérica actual, junto a grupos vallenatos, instrumentos de percusión del caribe colombiano o ejemplos de banda mexicana, cuyos sonidos hoy recorren fortalecidos toda la geografía de América.
Esta muestra, enmarcada dentro de la realización del 51 Festival Folclórico Colombiano, permite al Museo ofrecer unos testimonios excepcionales de la historia musical latinoamericana y a la vez sumarse a una celebración que anualmente nos marca como tolimenses en el corazón de nuestra ciudad musical. Y, en momentos en que las redes se inundan de las imágenes cotidianas de millones de celulares, nos invitan a pensar en la fotografía como un arte exquisito que sirve para el deleite visual, el goce intelectual y la reconstrucción de la historia.
Darío Ortiz Robledo
Contenido relacionado:
Conversatorio con Darío Ortiz y Alejandra Matiz https://acortar.link/KPxKes
Entre + Notas https://acortar.link/w0CDAs